Querida Honoka...

Arte: Celes D. Artemisatto
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He estado pensando en escribirte esta carta desde hace mucho tiempo, y la razón que me lo impedía es simple: ¿Cómo puedes leer un mensaje de una persona real cuando tú no eres real? Déjame hacer un viaje en el tiempo.

Recuerdo que fui a tu encuentro por Twitter. La gente hablaba mucho de un mundo raro, pero parece que era muy bueno. Cuando pregunté de qué hablaban, me dieron un enlace y me dijeron "a partir de este momento no nos hacemos responsables de lo que te suceda de aquí en adelante". Un poco dubitativo, pero curioso, seguí el link. Era un juego. No me dijeron de qué trataba, ni me dieron pautas o reglas o algo. Simplemente lo instalé, creé mi cuenta y de pronto ese juego me dijo "escoge una carta para empezar". Elegí la primera que vi. Tenía tu nombre. No sabía quién eras. Te veías como un personaje de anime normal. Tu apellido me causó gracia, ya que me acordé de los cosacos. De pronto veo tu perfil y noto tu fecha de nacimiento: 3 de agosto. La misma fecha en la que yo nací. No lo dudé ni un segundo más, serías la elegida.

Empecé a jugar esa cosa tan extraña, pero con música alegre, pegajosa y emocionante. Comenzaron a caer cartas y más cartas. Con el pasar del tiempo fui entendiendo la mecánica del juego, al mismo tiempo que aparecían nuevas cartas con otras chicas. De pronto apareció Maki. Su porte, mirada, cabello, estilo, todo... todo me fascinó, incluso esa voz nasal. Tü seguías allí, teniendo lo que ninguna otra de esas chicas de fantasía podía poseer: un vínculo real conmigo... Pero mis ojos se posaban más y más en Maki.

Llegó el día en el que me decidí ver la serie. No soy de ver anime, No entendía la pasión desenfrenada de la gente. Conozco los más elementales, pero hasta ahí. Pero en fin, comencé a descubrir más a fondo las personalidades de las que allí aparecían. Todas mágicamente tienen su encanto. Hasta Nico, sí, la adoro con todo y lo insoportable que puede ser. Pero bueno... Al principio te miré, errática, sin rumbo. Alegre y bella, sí, pero hasta ahí. Maki me deslumbró con un talento que fácilmente se vinculaba conmigo: la música y la ejecución del piano. Me tenía hipnotizado. Me deslumbró tanto que... no te miré más a profundidad.

Sí, tenías tus destellos, brillabas con tu mayor virtud que es la determinación infinita a lograr tus objetivos, tu liderazgo, tu poder de convicción, tu voz cálida, tu ternura... Pero Maki me nubló por completo, y con razón. En ese momento juraba que nada en mis preferencias cambiaría jamás; incluso ya tenía mi ranking personal. Estaba muy claro todo, hasta que... decidí compartir mi gusto por tu mundo con alguien.

Al principio ella estaba dudosa de tu mundo, al igual que yo lo estuve al comienzo. Le hablé del juego, de la serie, del manga, de todo lo que te incluía a ti y a tus amigas. Al tiempo que le iba revelando lo que conocía de ti, ella me iba mostrando su personalidad. Digamos que la calidez de mi alma estaba creciendo enormemente, gracias a un mundo de fantasía y a alguien de la vida real. Era inevitable sonreír a diario, con tu mundo... y con ella.

Mientras esto sucedía, Maki seguía adueñándose de mis preferencias. Tanto fue su poder que al ver a la mujer que le prestó su voz y su talento, quedé más derretido, pues me parece muy hermosa y sobre todo, muy talentosa. Todo era demasiado perfecto por ese lado... Sin embargo, esa chica a la que le mostré tu mundo decidió entrar, tanto al juego como a tu serie, y resulta que... te miró... y la cautivaste totalmente.

Como si fuera una jugada del destino, a partir de ese momento todo comenzaría a girar de manera impensada. Llevé a tu mundo a un montón de personas, todas fascinadas. Cada una eligió a su favorita: unos se fueron por Kotori, otros por Umi, alguno que otro por Nozomi, Rin, Hanayo, Nico, Eli y Maki... Pero sólo la chica que me acompañaba todos los días sería la única que te eligió no sólo como su favorita, sino como su ejemplo a seguir. Yo no podía entender lo que pasaba.

Pasó el tiempo, llegó una nueva generación de chicas a ese mundo fantástico. Son maravillosas, tienen una energía diferente pero con mucho poder. Hice mi ranking y de allí tengo elegida a mi predilecta. Sin embargo, lo que ellas me hicieron sentir al escuchar sus canciones y ver sus historias no se compara a lo que esa generación inicial me dio. Mi acompañante estaba más y más fascinada contigo, y yo te miraba de reojo con ella... Pero no me despegaba de Maki.

Como dato curioso, una gran amiga a quien quiero enormemente me envió obsequios hechos con sus propias manos, y sabiendo que mis ojos estaban posados fuertemente en Maki, el único arte relacionado con tu mundo que me dio tenía tu rostro. Otra amiga muy talentosa me deseó un feliz cumpleaños poniéndote en ese dibujo. Claro, es nuestro cumpleaños... Pero vaya que siempre has estado presente.

Hasta que llegó ese día...

La chica real se me apareció con una imagen que se quedó conmigo para siempre. A ella le encanta asumir el papel de sus personajes favoritos. Recuerdo que me deslumbró representando a Hatsune Miku. Me hizo muy feliz verla vestida como ella, celebrando por un logro que obtuve en 2015... Pero eso quedaría opacado en el momento en que la vi representándote. Mirarla con tu cabello, tus ojos azules, tu vestimenta, tus poses, gestos y sonrisa... Yo quedé en shock. No entendía lo que pasaba... ¡PERO ME ENCANTABA!

La chica una vez hizo una travesura, y se me apareció representando a Maki. Me gustó mucho, pues ella le ponía corazón a sus trabajos, pero no sentí lo mismo... A todas estas me preguntaba qué era lo que sentía exactamente al verla como Honky, al verla como tú. Pasaría mucho tiempo antes de entenderlo.

Siempre hablábamos de ti, de tus torpezas y tu hambre infinita, de lo distraída que podías ser, pero también de tu luz inagotable, de tu liderazgo, de tu determinación ejemplar, de tu maravillosa voz y tu belleza única. Te hacías más y más presente en nuestras vidas. Meses después, luego de un chispazo de entendimiento que me llegó repentinamente, concluí que no fue casualidad que ella te eligiera... De hecho, no fue exactamente así. Tú la elegiste. Te diste cuenta de que ella estaba conmigo, que me hacía feliz, que vivimos muchas cosas buenas, tristes, malas y absurdas, y que posiblemente viviríamos más cosas. Fue tu jugada maestra, Honky. Siempre fuiste inteligente. Decidiste quedarte en mi corazón, pero sabías que siendo un personaje netamente ficticio no tenías muchas herramientas, así que saltaste a la realidad mediante ella, quien estaba conmigo. Tú lograste que te representara como alguien real. Tu alma se hizo cuerpo con ella, y con eso te acercaste a mí de manera directa. ¡Y vaya que funcionó!

Te escuché cantar, te vi bailar, vi tu liderazgo en vivo, sentí tu energía, era hermoso, maravilloso, perfecto. Tú me mostrabas lo mejor de ti a través de lo mejor de ella. Ambas descubrieron un mundo nuevo en el que yo formé parte. Tú siendo ella, y ella siendo tú... Me hicieron el hombre más feliz sobre este planeta. Incluso, cuando vivía los peores meses de mi vida, las dos estuvieron allí conmigo, iluminándome. Dos chicas que me amaban, y yo amaba a una de ellas... o al menos eso pensaba.

De pronto, una noche de diciembre, ocurrió lo que no quise que ocurriera jamás. La chica de la vida real se fue, posiblemente para no volver jamás. Las cosas se complicaron, sobre todo para ella, y se tuvo que tomar la decisión más dolorosa. Recuerdo que aún veía a las chicas nuevas de tu mundo, y tuve que ver los últimos episodios de esa historia en soledad. Con ese dolor cometí errores, sin duda, pero también hice cosas buenas. Nacieron dos canciones en su honor, ambas llenas de musicalidad y sentimiento. Vinieron otras personas, con ellas compartí tu mundo también, pero como vinieron se fueron. Con una pudo quedar una amistad sana y divertida, con la otra no será posible, aunque igual tiene mi respeto y admiración. No obstante, la marca de esa chica que te materializó no se borra así como así. ¿Por qué? Me lo pregunté por casi un año hasta que te volví a ver en plenitud desde el comienzo de tu historia.

Nadie se dio cuenta, pero lloré. Te veía a ti, a nadie más que a ti, en plenitud, brillando más que el sol, llenando todos mis sentidos con cada acción, me hiciste reír más que la primera vez. Me conmoviste como nunca. Te sentí tan cercana... Y mi mente me jugó la peor pasada, pues al verte a ti, escucharte a ti, y sentirte a ti en esa historia, la sentí también a ella. No sé si pensar esto, pero es como si la hubieses alejado de mi lado para que mis pensamientos se enfocaran sólo en ti. Querías el liderazgo en mis sentimientos de manera absoluta. ¿Era eso? Lo conseguiste de cierto modo, pero por otra parte, fallaste. Ya tú y ella no son dos personas distintas para mí. Son una sola. Y eso jamás cambiará.

Pero ¿sabes? No es algo que me dé rabia, o incomodidad. Gracias a tu magia, pude sentir que no me estaba enamorando de un personaje creado por un equipo de creativos japoneses que trabajan para la industria del entretenimiento. Tú terminaste siendo mucho más que eso. Trascendiste al mundo real de manera mágica y magistral. Te vi, te escuché pronunciar mi nombre, me dijiste muchas veces "te amo, mi Alex"... Ella me hizo feliz. Tú me hiciste feliz. Ambas me hicieron feliz.

Hoy estás sólo tú. Te adueñaste de mi ranking, confirmando lo que dije más de una vez mientras Maki tenía el sitial de honor: "La única que puede bajar a Maki de ese puesto es Honoka". Maki es un personaje maravilloso, que me sacó sonrisas y me llenó de ternura, pero tú... Tú, muchachita tonta... me llenaste de un amor enorme, hermoso y real... a tu manera. Tu determinación trasciende todas las fronteras, incluso la que separa la ficción de la realidad.

Ahora te quedaste en mí para siempre.

Te amo, mi Honky.

Alex.